Filosofia



El problema de la relación entre fe y razón


El encuentro del cristianismo con la filosofía griega fue un acontecimiento de enorme trascendencia para nuestra cultura.
La filosofía en el imperio romano estuvo marcada por las cuatro escuelas filosóficas que marcaron el pensamiento en el período helenístico: la platónica y la aristotélica, a las cuales se sumaron el epicureísmo y el estoicismo.
-Cristianismo y verdad
Según el mensaje cristiano, Dios había hablado a los hombres a través de ciertas personas en el Antiguo Testamento, y después Él mismo, directamente, encarnado en Cristo. Es por esto por lo que la verdad cristiana se presentaba como la “verdad”, la única posible.
-La imagen cristiana de Dios
Aunque, estrictamente hablando, el cristianismo no sea una filosofía, el contenido de la fe cristiana incluye doctrinas que podían ofrecerse como respuestas a los problemas tradicionales de la filosofía, como el origen del mundo.
Entre sus rasgos están:
-Monoteísmo: Un único Dios
-Creacionismo: Según el cristianismo, Dios creó el mundo de la nada. Desde Parménides, la imposibilidad de que surja algo de la nada absoluta fue siempre considerada como un principio racional indiscutible. Del poder ilimitado de Dios se desarrolla el concepto de Contingencia: el único ser necesario es Dios, todo lo demás es contingente, pueden o no existir.
-Omnipotencia: Un Dios Omnipotente. Si Dios es único puede ser omnipotente, y solo si es omnipotente puede ser creador.
-La concepción cristiana del hombre
La concepción cristiana del hombre incluye tres elementos fundamentales: que el hombre fue creado a imagen de Dios, que el alma es inmortal y que al final de los tiempos los cuerpos resucitarán.
SAN AGUSTÍN

-Fe y Razón en el pensamiento agustiniano
San Agustín no es un filosofo en sentido estricto, jamás se preocupó en trazar fronteras entre fe y razón; piensa que ambas, conjunta y solidariamente, tienen como misión el esclarecimiento de la verdad, que para un creyente no puede ser otra cosa que la verdad cristiana. El objetivo de San Agustín es la comprensión de la verdad cristiana, y para ello colaboran la razón y la fe del siguiente modo: Primero la razón ayuda al hombre a alcanzar la fe, después la fe orientará e iluminará la razón y tercero, la razón contribuirá al esclarecimiento ulterior de los contenidos de la fe.
La actitud agustiniana ante la fe y la razón proviene de su convicción de que la verdad es única. Solamente hay una verdad, la que se encuentra en el cristianismo.
Desde el punto de vista histórico-cultural, dos son las circunstancias que contribuyeron a configurar la filosofía agustiniana: 1º la forma en que el cristianismo se enfrentó con la filosofía y 2º, el carácter mismo de la filosofía neoplatónica, que influyó poderosamente en San Agustín.
-Existencia de Dios. La vía de la interiorización.
El agustinismo siempre mostró predilección por la vía de la interiorización, del recogimiento del alma en sí misma. El alma capta, en el interior de sí misma, las verdades eternas e inmutables, cuyo fundamento no puede ser otro que Dios, eterno e inmutable, ya que nuestra alma es mutable y, por tanto, las verdades son superiores a ella.


SANTO TOMÁS DE AQUINO

-Los límites de la razón. La fe.
En la época de Santo Tomás la obra de Aristóteles había llegado al mundo cristiano de la mano de Averroes, a través del averroísmo latino, en el que, entre otras cosas que contradecían el dogma católico, se mantenía la teoría de la doble verdad: una era la verdad de razón y otra era la verdad de fe, de tal manera que no tenían por qué coincidir, e incluso, podían entrar en contradicción.
Santo Tomás rechaza esta teoría. Para él, las verdades de fe y las de razón tienen que coincidir, ya que, según él, ambas provienen de Dios. Si alguna vez la razón contradice a la revelación (palabra de Dios), porque el hombre se halla equivocado, siempre es la razón la que debe someterse a la fe.
Por tanto, el pensamiento tomista ha consistido en un esfuerzo por integrar la filosofía (aristotélica) con la teología, creyendo útil la utilización de ambas para lograr la salvación. Aunque ambas teorías son compatibles -según Aquino- son diferentes:
La filosofía se ocupa de las verdades accesibles a la razón humana y su alcance es limitado. Pero dado que la filosofía se preocupa por el ser, sus causas y principios, esta debe estar coronada por la metafísica y buscar la causa primera de todo ser, Dios.
A la teología Santo Tomás la define como la doctrina de la revelación, aquello que busca la palabra de Dios fundamentándose en la fe. Mediante la fe se alcanza el conocimiento de aquello que se encuentra más allá de los límites humanos.


GUILLERMO DE OCKHAM

Ockham rompe definitivamente entre la unión de fe y razón establecida por los tomistas. Los presupuestos de esta relación que establece son:
1.- La fe y la razón se encuentran totalmente separadas; lo mismo se puede decir de los saberes que se derivan de las mismas, teología y filosofía. Ambas se diferencian por su objeto material, es decir, por ocuparse de objetos distintos en sí. El ámbito de la fe y de la razón son dos conjuntos distintos, sin intersección posible.
2.- Ockham niega validez a las pruebas sobre la existencia de Dios, ya que la existencia de Dios sólo es admisible mediante la fe.
3.- La separación entre la fe y la razón no es obstáculo para una plena armonía entre una y otra. Separar dos ámbitos no implica oposición. Aunque se pueda establecer contradicciones entre lo que se dice en Filosofía y en Teología, los occamistas se refugiaron en esta distinción, es decir, lo que es verdadero en Teología y lo que es verdadero en Filosofía.
¿Dónde se puede rastrear esta separación radical? En el averroísmo. Averroes, para no ser perseguido por las autoridades coránicas, estableció la posibilidad de una triple interpretación del Corán - la vulgar, la filosófica y la teológica. Así algo podía ser falso en Teología y verdadero en Filosofía, y viceversa.

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